El viejo Club Villa Devoto

En el sur de la ciudad existe un Club que supo erigirse como institución futbolera. Hoy, los años y las economías cambiantes se llevaron la redonda y trajeron el pool, los naipes y el dominó.

La noche pintaba feo. Relámpagos por todos lados no eran lo que se dice muy buen pronóstico de lo que se podía venir. Las lluvias últimamente no nos han dado tregua a los santafesinos. Y los ríos están llenos de tanta agua caída, que da la sensación de que no van a soportar una gota más. Pero bueno, a pesar de lo inhóspito del clima, nos arrimamos igual hasta el sur de la ciudad. Allí, en Francia 1041 se levanta la sede del Club Villa Devoto.Don Osvaldo Martín tuvo la gentileza de perderse el final de uno de los partidos de la Copa Libertadores –que estaba disfrutando junto a unos parroquianos- y recibirnos para contestar nuestras preguntas.El Club nace un 18 de abril de 1941, cuando un grupo de muchachos del barrio se juntó para darle un marco de seriedad a un equipo de fútbol y poder competir en la Liga Santafesina. Así fue que durante muchos años estuvieron participando de la Liga en la Segunda División. Los colores del Club siempre fueron el azul y el blanco. Por eso la camiseta de sus equipos al principio fueron de bastones verticales blancos y azules, similares a la casaca de la Selección Argentina, pero, en vez de celeste, azul. Con el tiempo el diseño fue variando hasta adoptar el definitivo, con el cual fueron subcampeones de la Liga: el azul con una banda blanca cruzada en el pecho (parecida a la de River, pero en azul y blanco). Un dato singular es el del “otro equipo” del Club. Los jugadores que no participaban de la Liga, jugaban en la Federación y llevaban por nombre “Los Modestos”. Sus casacas tampoco tenían los colores del Club, sino que eran la mitad rojas y la otra mitad azules, separadas por una línea transversal que iba del hombro a la cintura.En el año 1968 se compra el terreno donde está actualmente y de a poco se deja de lado al fútbol –por no poder mantenerlo- y se incorporan las bochas y juegos de salón.Hoy el club cuenta con 100 socios. Todos abonan una cuota societaria mensual de $3. Ese dinero recaudado -sumado al que deja el alquiler del buffet- alcanza para tener todas las cuentas y los “papeles” al día. El pool, los naipes y el dominó reemplazaron al fútbol y las bochas. Las fiestas y las peñas que se arman en el club son de las más variadas. Sus cuatro salones –uno con parrillero- y la gran terraza son escenarios de las reuniones de amigos. Que no es poco.