Sociedad Unión y Progreso

En Villa María Selva existe un club donde los chicos le escapan a la calle y se empeñan en obtener títulos deportivos. Breve historia de una institución que crece.

Eran las nueve de la mañana del martes cuando abrimos el portón azul e ingresamos en un gigantesco gimnasio donde una decena de chicos –y no tan chicos- estaban dele darle a la paleta, en una de las prácticas matutinas de tenis criollo. En uno de los salones contiguos me esperaban, tal cual habíamos convenido, don Francisco Nappa, el Presidente del Club y Néstor Fabián Carlotta, que con ese nombre debería ser cantante de tangos, pero es el empleado que tiene a su cargo que todo funcione a la perfección en el lugar.La Asociación Unión y Progreso de Villa María Selva está en calle República de Siria al 6300, justo en la intersección con Ángel Casanello. Y fue, justamente, don Ángel Casanello quien donó los terrenos para que el club tuviese un lugar físico donde funcionar allá por 1922.Los que “hicieron” el club son todos vecinos del barrio. Gente que soñó un lugar donde reunirse y pasarla bien. Y la verdad es que no les ha ido nada mal. Hace 30 años atrás nadie hubiera pronosticado este presente tan bueno, es que las cosas no andaban bien y casi no había socios que le pusieran el hombro a la institución. Hoy las cosas han cambiado. En la actualidad la Asociación cuenta con 280 socios que pagan la cuota societaria. Don Nappa no quiere decirlo, pero la verdad es que desde que él está el club ha tenido considerables mejoras. Las actividades deportivas y sociales se han multiplicado y se puede practicar tenis criollo de la mano del profesor Cristian Resek – el club tiene a los campeones y subcampeones nacionales en todas las categorías- básquet, voley femenino y patín. Cabe destacar que justamente en esta última disciplina, la profesora Daniela Fernández enseña a 200 chicos todas las semanas los secretos del deporte sobre ruedas.Hoy las metas son otras. Ya no hay apremios de ningún tipo. Los sueños son construir una gran losa de hormigón que permita crecer hacia arriba. El club está al día con todos sus impuestos y los chicos viajan a todos lados para disputar torneos. Las cuotas de los socios, el alquiler de las instalaciones para espectáculos y fiestas y la publicidad estática hacen que la Asociación crezca. Y seguramente las cosas serán así. Como lo sueña don Francisco Nappa, quien asegura y sueña“al club lo quiero hacer grande. Lo más grande que se pueda”