En el "Templo de la amistad"

En el corazón del Parque Juan de Garay un grupo de amigos se reúne desde hace años para compartir los buenos momentos de la vida. Historias de un encuentro casi terapéutico.

Si alguna vez están paseando por el Parque Juan de Garay es muy probable que escuchen el tronar de las maderas de las canchas de bochas de la “Asociación Recreativa Jubilados, Pensionados y Amigos del Parque Juan de Garay”.Charlando con Francisco Huja y Néstor Samboie, dos integrantes de la Comisión Directiva, conocimos algunas de las tantas historias que vivieron y viven en “El Templo de la Amistad”, como ellos lo llaman.Con el transcurrir de las anécdotas, recordaban los inicios, cuando comenzaron jugando en el césped, porque todavía no existían las canchas de bochas. Un buen día pasó el Intendente y los vio. Detuvo su auto, les preguntó qué hacían y les ordenó que al otro día pasaran por la Municipalidad. En realidad, ellos creían que los iba a retar, pero mayúscula fue la sorpresa cuando se enteraron que la convocatoria era para regalarles las maderas para que armaran una verdadera cancha de bochas. En 1985, finalmente, se forma la Comisión Directiva, con Gerardo Carince a la cabeza. Otra de las anécdotas cuenta el día que se llevaron a varios de los amigos presos por jugar a las cartas. Camino a la comisaría cruzaron a otro socio más y el policía, al ver que cruzaban saludos le preguntó si conocía a los detenidos. Al responder que sí, le dijo “bueno, mi amigo, marche preso usted también”.Así transcurren los días en la Asociación, todos los días, de lunes a sábados, se juntan entre 30 y 40 amigos a disfrutar de su tiempo libre. Son todos vecinos del lugar, con alguna excepción, claro. En esos encuentros se habla de todo, pero no se discute, allí se va a pasarla bien. Cuenta Néstor cómo sus problemas de presión se solucionaron cuando empezó a ser habitué del lugar. Por eso, si pasan por el Parque Garay y sienten ruido a bochazos, acérquese, amigo se está rindiendo culto a la amistad.

La cuota social es de $2 y la pagan alrededor de 90 socios, los cuales son sólo varones, pero 3 veces al año se hacen almuerzos de matrimonios, se contratan números musicales y todos trabajan.