Varadero Sarsotti

Al sur de la ciudad, bien contra el Salado, un pedazo de la historia naviera y portuaria de Santa Fe. Un relato de los gringos que edificaron su propia empresa.

Detrás del FoNaVi del Centenario, bien en contra del río Salado se encuentra el Varadero Sarsotti, uno de los lugares más entrañables y característicos de Santa Fe.La historia nos lleva hasta 1882, cuando Carlos Bartolomé Sarsotti le compró a Eustoquia Iriondo de Pizarro, los terrenos para instalarse y crear allí un lugar donde atender sus barcos y barcazas.Por esa época, Don Carlos se asoció con dos personas más, Ibáñez y Ferreira. Para ello puso todos sus ahorros y su experiencia, ya que hacía algún tiempo había recibido la Licencia como Agente Marítimo. Por aquella época trabajaba con transporte de cargas y pasajeros desde la costa de Santa Fe hasta el Uruguay. En su flota contaba con una nave a paleta, como las que siempre salen en las películas del Río Mississippi. Con esa embarcación viajaba a la ciudad de Paraná a principios del siglo pasado. El barco tenía algunos lujos para atender mejor al pasaje, como un piano de cola y vajilla de porcelana de Bavaria. El primer barco que construyó Sarsotti se llamó Anita Panero. Pero Don Carlos construyó muchos barcos más, entre ellos, una nave de 520 toneladas, el “Sarsotti VI”. En el Varadero llegaron a trabajar 200 obreros entre operarios, peones y ayudantes. Los que arrancaron con el trabajo eran italianos conocedores del oficio, pero después, los vecinos del Centenario se sumaron a la labor del varadero.Con Perón se estatizaron las navieras. Fue el principio del fin para los Sarsotti. Le expropiaron todos los barcos, barcazas y remolcadores. Al final, el Varadero Sarsotti cerró sus puertas y fue vendido...Hoy el lugar está abandonado. Es asentamiento de muchas familias de pescadores y gente humilde y corazón abierto. Pero está abandonado. Entre sus escombros se esconde esta historia, que merece recuperarse... como el lugar.